lunes, 10 de diciembre de 2018

DÍA 12: LA MAL LLAMADA ASISTENCIA PSICOLÓGICA.


Viernes, 17 de noviembre de 2017

La semana ha sido dura, no estoy acostumbrado a pasar tanto tiempo en casa. Lo bueno de estos días... que ya tengo abogado. Por recomendación de mi buen amigo Manuel, me he dirigido a un despacho privado, no puedo esperar a que la Administración ponga a mi disposición la asistencia letrada de cuyo ofrecimiento no dejan de hacer gala en los medios de comunicación. El despacho que me ha recomendado es González y Asociados, https://www.gonzalez-asociados.es/, un prestigioso bufete situado en Mérida con cuyos abogados he hablado e intercambiado impresiones durante estos días, concretamente los que llevarán mi caso serán Carlos Blázquez Cruces y José Antonio Trillo. 
Lo peor de estos días, el domingo pasado, cuando fuimos a visitar a mi madre y le conté lo sucedido (ya había visto las noticias y no dejaba de preguntar cuando hablábamos por teléfono... en persona hubiera sido casi imposible mentirle, ya sabéis, ese sexto sentido que tienen todas las madres) vaya sofocón se llevó la pobre. 

Y volviendo al viernes 17, hoy toca la visita al servicio de Salud y Riesgos Laborales. El psicólogo que tengo que ver se llama Félix Marabel, y como dije en entradas anteriores es uno de los mejores profesionales que he encontrado en toda esta historia.

Acudo a los módulos del tercer milenio con suficiente antelación para saludar a algunos compañeros que me han llamado y escrito en estos días. Mi mujer ha pedido permiso para acompañarme porque sigo sin poder conducir (a ver si no se me olvida pedir el justificante correspondiente).

Tras saludar a numerosos compañeros, llego al Servicio de Salud y Riesgos Laborales puntualmente, a las 12:00. Félix me está esperando, y me saluda atentamente, preguntándome por mi estado físico, aunque la rigidez de mi postura evidencia la respuesta. Me invita a pasar a una sala de reuniones cercana, y comienza a explicarme el motivo de esa entrevista. Poco a poco va desgranando cada uno de los síntomas que podré experimentar o de hecho ya estoy experimentando, es como si alguien que no te conoce de nada, se pusiera a describir cómo eres y acertase en todo, una situación extraña aunque debe ser de manual, porque no falla una: 
- "Miguel Ángel, esto que te ha pasado es para tomárselo en serio, a pesar de que cada persona interioriza de una forma distinta estos episodios traumáticos, a todos nos afecta en mayor o menor medida, por muy fuertes y equilibrados que seamos... puede ser que en un par de meses esto lo tengas superado, o puede que te inhabilite de por vida". 
- Uauuuuuu!!! Qué exagerado, inhabilitarme de por vida, hombre estoy mal físicamente, pero de ánimos no me veo tan mal... no creo que esto me hunda - pienso.
- Es probable que ya hayas experimentado algunos síntomas que suelen darse en estos casos, irritabilidad, rechazo a la socialización y el contacto con personas fuera de tu entorno más cercano, recurrencia al recuerdo traumático. 
-Jo, como he dicho debo ser un caso de manual, tiene razón, reconozco que estoy irritable y cada vez que me encuentro con alguien que me pregunta por lo sucedido, siento la necesidad de explicarle que no tuve más opción que la de no defenderme, y esto me molesta enormemente, por lo que evito en lo que puedo este tipo de contactos, incluso he dejado de coger alguna que otra llamada telefónica. También reconstruyo en mi mente lo sucedido una y otra vez, intento averiguar en qué momento exacto la situación se descontroló y si hubiese podido hacer algo para controlarla. 
- Das la impresión de ser bastante proactivo -continúa diciendo- y probablemente superes todo esto sin ningún problema, pero mi recomendación es que busques ayuda, lo que te pasa es normal, pero debes tratarlo para asegurarte que lo superas sin problemas. 
- Vale, Félix, agradezco tu recomendación, ¿cómo lo haríamos?, ¿con qué frecuencia tendría que venir?.
- No Miguel Ángel, no me he explicado bien, aquí no "tratamos" siento si te hecho creer que así era... no hay ningún problema en que vengas cuando tú necesites, hablamos y me vas contando y si quieres te voy dando algunas pautas... en lo que pueda ayudarte, cuenta conmigo, pero lo que he querido decir es que sería necesario que siguieras un tratamiento... que busques ayuda para tratarte, y que esa ayuda sea a la mayor brevedad y si es posible y puedes permitírtelo, que no escatimes... que como en todo, hay psicólogos buenos y malos, y los "buenos", no están precisamente en las compañías donde les pagan una auténtica miseria por tratar a un paciente en escasas sesiones de muy corta duración.
- No doy crédito a lo que estoy escuchando, y no lo digo por lo que me cuenta Félix, cuya sinceridad agradezco... estoy absorto porque la famosa Asistencia Psicológica a la que tenemos derecho los docentes "ES ESTO", lo que el Secretario General de Educación ha prodigado por los medios de comunicación "ES ESTO", lo que nos merecemos cuando pasamos por algo así "ES ESTO". - Vaya Félix, no esperaba escuchar esto, pero agradezco enormemente tu franqueza. Si no te importa, te agradecería alguna recomendación, si conoces a alguien por aquí por Mérida. 

Sin dudarlo, Félix me facilita 4 o 5 nombres para que tenga donde elegir (de paso, eso me demuestra que no tiene ningún interés ni predilección por ninguno, sólo quiere ayudarme).

Tras este baño de realidad, me sigue hablando de ciertas recomendaciones en cuanto a trámites con la administración. Entre ellos, me recomienda solicitar la catalogación de mi baja como "accidente laboral". Dicho en plata, y resumiendo sus palabras, "si no es accidente de trabajo no te pagarán el 100% de la nómina..." (como dice el refrán, después de cornudo, apaleado... pues en este caso al revés... después de apaleado...). Tenéis el modelo de solicitud adjunto en esta entrada. 

Finalizamos la reunión... ha sido larga, pero muy fructífera. Son las 14.00 y siendo viernes, no espero encontrar ya al Secretario General de Educación en su despacho, pero quiero pasar a verlo para agradecer su llamada del pasado viernes. Efectivamente, se acaba de marchar porque tenía no sé qué asunto personal... lo esperado. 

CONCLUSIÓN SOBRE LA ASISTENCIA PSICOLÓGICA: 

1740 € de psicólogo que NO paga la Administración Educativa, sino TÚ MISMO.

¿No nos merecemos al menos un seguro que cubriese estas contingencias?